Todo se entiende mejor con ejemplos que además sean reales.
Uno de los asuntos más indignantes que llevamos en el despacho se inició en el 2012 contra uno de nuestros clientes.
Nuestro defendido pertenecía a las Fuerzas de Seguridad del Estado y ya había sido denunciado por malos tratos psicológicos aproximadamente un año antes. En aquel momento la denuncia se sobreseyó provisionalmente pero entendimos que su exmujer lo intentaría de nuevo.
Se le recomendó contar con grabaciones de voz de todos los momentos en que coincidieran.
Y en efecto, cuando ella encontró lo que pensó sería una nueva oportunidad, le denunció esta vez por lesiones y vejaciones (con parte de lesiones incluido) y con testigos (su padre).
Puedo decir que fue escalofriante oírla declarar las agresiones e insultos que decía haber recibido cuando en el despacho ya habíamos escuchado la grabación que demostraba precisamente lo contrario pero que ella no conocía.
A pesar de la evidencia de la prueba tanto el fiscal como su abogada en el juicio continuaron solicitando condena para nuestro defendido. Hecho que reprocha el Juzgador en la sentencia.
Es más, la denunciante apeló la sentencia ante la Audiencia Provincial de Asturias y de nuevo se desestimaron sus pretensiones.
Como os podéis imaginar, tanto los nombres como los lugares no son los reales a fin de preservar la intimidad de las partes. Pero la sentencia es pública y un claro ejemplo de como la denunciante puede pasar a convertirse en denunciada.